de El culto del basilisco

Todos necesitamos un soporte

Por Rubén Darío H. Londoño

Caravana

Después de las pesadillas, los papás de Simón deciden que debe ir a terapia, Simón negocia con ellos y llegan a un acuerdo: puede seguir yendo a la base, pero tiene que asistir a las terapias psicológicas y sentarse con ellos en el sofá a conversar. Todas las tardes lo llaman a las seis para que vuelva a casa y hable con ellos en ese sofá café de imitación de cuero que, después de veinte minutos, se pega a la piel como si quisiera tragársela. Un día Simón no vuelve, está a punto de llegar a esmeralda, es una de las partidas más importantes de la semana y no puede pararla por una terapia de sofá. Sus papás van a la base y se encuentran con un Marco sumamente comprensivo y amable, vestido como un profesor, con el pelo peinado hacia atrás; en la mesa donde ponen los panfletos hay té y galletas. Marco les habla sobre el proyecto como si se tratara de una iniciativa de boy scouts. Les dice que aprenden a programar, a pensar lógicamente, a trabajar en equipo. Cuando Simón sale de la sala de computadores, triunfante por subir a esmeralda y con dos interesados más en el basilisco, se encuentra a sus papás y se queda frío, pero nota que Marco los tiene convencidos de que lo que hacen es bueno.

La primera semana de terapia de sofá es intensa, hablan todas las tardes, una hora mínimo. Después, Simón entra a terapia privada. Sus papás intentan que Simón les diga cómo se siente, pero él responde, cada vez más seguro, que está bien, que no ha vuelto a tener pesadillas, que el basilisco solo le trae felicidad; a su psicóloga, sin embargo, no es capaz de mentirle del todo. Le dice que sigue temiendo, que todos los días, cuando se demora más de la cuenta en el baño, es como si escuchara a Marco diciéndole que perder tiempo es ganar una tortura. Su psicóloga le dice que debe externalizar el miedo que le provoca el basilisco y que la tortura solo es una amenaza que no es real ni se hará real. La psicóloga incluso llega a sospechar que a Simón lo han maltratado de pequeño. La convicción de Simón, sin embargo, no cambia. Todas las noches, juega para reclutar personas, y todas las mañanas, vuelve a la base. Las pesadillas siguen, pero Simón se recuerda que son solo señales, mensajes del basilisco que debe interpretar en vez de temer.

Son pruebas que pone en mi camino, le dice a Marco mientras limpian la base. La psicóloga me puso a hacer algo que llama ejercicios de realidad. ¿Qué es eso?, pregunta Marco, mientras barre con cuidado cerca de la puerta del cuarto de los programadores. Son algo así como misiones secundarias sin ninguna ventaja para la trama principal, le dice Simón: salir al parque, enumerar cosas del cuarto, oler comida. Lo más raro fue cuando me dijo que fuera a un supermercado y tocara un pescado, que sintiera las escamas, y que, si quería, le tocara los ojos. Simón se da cuenta, mientras lo explica, que es una imagen ridícula: ver a una persona como él, con su gabán negro y sus manos gruesas, acercándose a un pescado para tocarlo. Es algo que lo haría reír si no se tratara de él mismo. Pero Marco no se ríe. Solo levanta una ceja y le dice que eso es asqueroso, mientras guarda la escoba y el recogedor. Bueno, la realidad es asquerosa, responde Simón. Lo es, pero para eso crearemos al basilisco, para mejorarla. Marco camina, seguido de cerca por Simón, hacia los computadores. Es hora de reclutar.

Se tardan un rato en encontrar partida, y revisan U.GG[1] para ver qué ha cambiado del meta[2] , luego juegan la aram de calentamiento. Podemos seguir con la misma estrategia, le dice Marco, mientras busca la ranked, ¿quieres el carry o el soporte?Carry, dice Simón, mientras la pantalla se ilumina con la partida encontrada. Si ganamos esta, subimos a diamante, y en ese rango la gente sí se toma las cosas en serio; seguro estarán dispuestos a escucharnos, ahí fue que conocí a LostGhoul, el que nos ayuda con el diseño de los volantes. Es de Ecuador, por eso nunca ha venido a la base, pero trabaja incansablemente por la causa. Sí, lo sigo en Instagram, dice Simón, mientras banea a Ashe[3]. Bueno, él era diamante, pero ahora dejó de jugar para hacer una obra gigantesca en honor al basilisco, dice que será su Capilla Sixtina, continúa Marco, que banea a Tahm Kench[4]. Simón escoge a Jhin[5] y Marco a Heimerdinger[6], la estrategia de dejar quietos a los enemigos con tres torretas alrededor les ha dado muy buenos resultados hasta ahora y van contra una Kai’Sa[7] y un Pyke[8]. Esta la ganamos, piensan los dos.

Los primeros minutos pasan sin sobresaltos, no hay tradeos[9] en el primer ni en el segundo nivel, no hay junglas que lleguen a intentar un early gank[10], no hay nada más que farmeo y el baile de los soportes que tratan de zonear[11]. Cuando están a la mitad del nivel tres, con la ola del cañón Pyke lanza un gancho y se lleva una torreta, Heimer sigue con una granada que lo aturde, Jhin le dispara su rayo paralizador, pero Pyke está a mele[12] de Heimer y le conecta los primeros tres golpes muy rápido, después flashea y se hace invisible hacia la izquierda. Jhin pone una trampa, pero no logra encontrarlo. Cuando reaparece, es demasiado tarde, stunea a Heimer, Kai’Sa le dispara, Jhin aprovecha para dispararle el tercer disparo a Pyke, que está muy bajo de vida. Heimer muere, pero Pyke arde por el ignite[13] de su soporte y muere también. Jhin dispara su cuarto tiro contra el cañón, luego se mueve hacia los arbustos de la pared mientras recarga. Kai’ Sa corre hacia él, disparándole a los minions que tiene alrededor con su lluvia de balas. Jhin se esconde en el arbusto para evitar el primer autoataque[14], pero sale para dispararle, uno. Kai’ Sa lo marca con el primer autoataque, Jhin le dispara mientras camina hacia sus minions, dos. Kai’Sa se esconde en el arbusto, pero sale inmediatamente para dispararle de nuevo, Jhin ya lleva dos marcas, sabe que con la quinta marca de plasma será suficiente para matarlo, pero también sabe que su cuarta bala mataría a Kai’Sa. Se queda quieto y le dispara de nuevo, tres. Kai’Sa le da otros dos golpes. Jhin lanza su granada que rebota contra Kai’Sa y después sigue en otros tres minions que no mueren, justo después flashea y dispara. Cuatro, grita, pero Kai’Sa predijo su flash con su buscadora del vacío[15] , que suma las dos marcas faltantes y lo mata. Jhin muere gritando, la cuarta bala no alcanza a matar a Kai’Sa, aunque su barra de vida esté casi en ceros. El resto del juego se pierde después de esa jugada. Jhin pierde la siguiente ola de minions y Kai’Sa escala muy rápido. Pyke tiene tiempo de romear[16] a mid[17] y matar al Yasuo de su equipo. Es un stomp[18].

Jueputa, dicen Marco y Simón después de perder. Juegan dos partidas más para quedar donde empezaron, a una victoria de diamante. Después, van a cocinar. En la cabeza de Simón queda grabada la jugada de Kai’Sa, recuerda su nombre: X_Cathia_X. Piensa en cómo lo mató, mientras pone los nuggets en la air fryer; se pregunta cómo sabía que su cuarto disparo no sería suficiente, mientras saca las papas congeladas; decide que la buscará más tarde cuando suben con el plato al cuarto de los programadores.

De vuelta en su casa, Simón habla con sus papás de lo que le pasó. Ellos no entienden absolutamente nada, pero hacen cara de seguir la descripción detallada del juego. Es la primera vez en muchas terapias de sofá que no habla exclusivamente del basilisco. Después de su narración detallada del juego, les cuenta que están planeando ir a un centro comercial para hacer una jornada de conciencia. Hay que despertar a la gente, insiste, entre cada una de las descripciones disimuladas de lo que planean. Les dice que van a tener una demostración de programación en vivo cuando lo que planean es hackear las pantallas publicitarias del centro comercial para mostrar mensajes del basilisco. Marco tiene planeada también una charla muy interesante, remata, para ocultar que se tomarán el centro comercial. La mamá de Simón se siente un poco avergonzada de antemano, se ve yendo a saludar al grupo de hombres con gabanes negros que reparten volantes con serpientes y piensa que quizá la dedicación de su hijo sea un precio muy caro. El papá de Simón está orgulloso de que su hijo esté participando en actividades edificantes en vez de convertirse en uno de los vándalos que ve por televisión.

La psicóloga lo escucha hablar sobre la presión de reclutar personas para el basilisco, sobre el miedo de no lograrlo y sufrir una tortura por su mediocridad. La psicóloga le dice que encontrar un significado es importante, así ese significado esté detrás de una figura que la psicóloga seguro sospecha como algo oscuro y que podría derivar en una crisis peor. Simón no le habla a la psicóloga de su versión específica de la tortura eterna, la tortura con la que sueña, en la que el basilisco lo mete dentro de un pinball gigante y golpea su cuerpo contra todo tipo de botones luminosos hasta conseguir un puntaje alto; no le habla de No tengo boca y debo gritar, solo le dice que se habla de torturas si no se trabaja. Para ella, Simón está en una especie de juego de rol que algunos se toman demasiado en serio, y sería preocupante si Simón no viviera con sus papás. Pero, a la larga, lo ve como algo que le hace bien, que le da un sentido a su vida, así lo anota en la historia clínica que Simón nunca ha visto. Simón siente que la psicóloga sabe que no le está contando todo, pero ha logrado pasar a las videollamadas y las consultas se le hacen más cómodas en su casa. En cada llamada, también logra desviar la atención de la psicóloga lejos del miedo que siente.

Después de colgarle a la psicóloga, Simón abre League of Legendsde nuevo, ve conectada a X_Cathia_X y confirma que ha aceptado su solicitud. Un instante luego, recibe el siguiente mensaje: “Si me agregaste para insultarme, te hago banear[19] la cuenta”. Simón traga saliva. No esperaba ese mensaje y no sabe qué decir, pero sabe que tiene menos de dos minutos, mientras ella encuentra una partida, para decirle algo. Solo lo hice para felicitarte, eres la mejor Kai’sa que he visto, le dice Simón, orgulloso del mensaje que acaba de construir. Gracias, le responde ella, ¿me supporteas[20]?

[1] Es una página que recolecta datos de millones de jugadores y los organiza en tablas. Se puede ver qué personaje tiene más porcentaje de victorias y estadísticas más complicadas como contra quién, en qué rango, con qué objetos y con qué runas. La mayoría de jugadores usan estas páginas para ver qué es lo que se está jugando.

[2] Meta, most efective tactic available, es la manera más eficiente de jugar. La idea es que millones de jugadores generando datos logran encontrar más rápido lo más eficiente.

[3] Ashe es una cazadora con un arco de hielo. Sus flechas ralentizan a los oponentes, lo que la hace bastante molesta como enemiga. También fue, cuando empecé a jugar, el personaje de tutorial. Jugué Ashe hasta que descubrí a Teemo, el tejón que tira dardos venenosos. Después, dejé de jugar por varios años.

[4] Tahm Kench es un pez gigante, tiene varios escudos y una cantidad de vida superior a muchos campeones. También puede tragarse enemigos o aliados para cambiarlos de posición.

[5] Mis dos abuelos murieron en un día cuatro. Quizá los japoneses tienen razón y es un número de mala suerte.

[6] Heimerdinger es un inventor cabezón que puede poner torretas pequeñas en el mapa. También lanza misiles y bombas, y es insoportable jugar en su contra.

[7] Kai’Sa es una cazadora del vacío, una especie de híbrido entre mujer y extraterrestre, que lanza misiles con sus manos. También puede desaparecer y aparecer al lado tuyo, volverse invisible y hacer más daño entre más te golpee. Es un campeón que se juega poco en el juego normal y bastante en el competitivo.

[8] Pyke es un asesino de una ciudad portuaria del juego. Tiene un gancho que puede atraer enemigos, se hace invisible y puede matar a cualquiera que esté por debajo de cierto porcentaje de vida con su habilidad definitiva o “ulti”.

[9] Cuando un personaje logra hacerle daño a otro personaje mientras este va farmear o a pegarle a la torre, se le denomina “tradear”, porque se intercambia vida por conseguir avanzar. A veces, el intercambio se da solo entre el daño que cada personaje le hace al enemigo.

[10] Un gank es un flanqueo de parte del jugador que está en la jungla. Algo se acerca por el lado que menos esperas y te ataca.

[11] Evitar que un personaje se acerque a alguna parte del mapa.

[12] Mele es otra forma de decir “cuerpo a cuerpo”. cuando un personaje que no tiene ataques a distancia se acerca a otro, se dice que está “a mele”.

[13] Ignite es un hechizo que cualquier personaje puede escoger. Quema al oponente por un breve periodo de tiempo; sin embargo, es muy efectivo, porque, aparte de quemar, evita las curaciones. Es como si te infectaran una herida.

[14] Los autoataques, o autos, son los que el personaje ejecuta con el clic derecho. Se llaman así porque el juego está configurado de forma que el personaje siempre ataque a lo que esté en rango si no se realiza ninguna otra acción. Muchos profesionales desactivan la opción de autoatacar porque detestan la idea de no tener el control total de sus personajes.

[15] Así se llama el misil que dispara.

[16] Moverse a otra línea.

[17] La línea del medio.

[18] Cuando un equipo gana con mucha ventaja, se dice que stompeó. Tiene algo que ver con pisotear al rival y toda esa lógica hipermasculina y semibélica de la competición.

[19] Antes de jugar una partida clasificatoria, a cada jugador se le permite banear un personaje, es decir, bloquearlo para que ningún otro jugador pueda usarlo. La medida existe para darle variedad al juego, aunque a veces se utiliza para trolear.

[20] “Supportear” es como se le dice a jugar de soporte para un amigo o conocido que juega de ADC o tirador de carril inferior. Hay algo un poco íntimo en la idea de darle soporte a alguien, de estar ahí para él, de acompañarlo, curarlo y defenderlo de los males que vienen. Algo que solo está en el término, pero que puede llegar a sentirse así cuando un buen soporte juega con un buen ADC.

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