«…Vamos a hacer una lista de las cosas que necesitamos para ser felices. Dentro de la inestabilidad, creemos nuestra propia estabilidad. ¿Qué necesitamos? ¿Poder salir a la calle sin ansiedad? ¿Poder salir del barrio? ¿Poder, incluso, viajar en algún momento, aunque sea al pueblo de al lado? ¿Poder estar en la frontera con la comunidad donde viven nuestras familias, que, si en algún momento nos surgiese la necesidad, podríamos vernos sin cruzar la línea? ¿Y dónde podemos conseguir esto? ¿Podemos conseguirlo aquí? Ya sé que siempre has querido vivir en una ciudad; yo también. Pero, ¿qué obtenemos ahora de la ciudad a cambio de un alquiler alto y un espacio que no está hecho para la convivencia?».
Una generación entera
1. Otros espacios
Cuando cayeron las familias,
lo llenaron todo:
quince plantas de diez viviendas
en menos de un kilómetro a la redonda.
Cuando cayeron las ciudades,
lo llenaron todo:
miles de cuerpos sin aire
que necesitaban caminar.
2. Otros lugares
No sé si algún hijo
volverá a ver el mundo como lo imaginé de pequeña.
Escribir en futurible
es un acto adivinatorio.
Pero no importa.
Cogeremos maletas,
plegaremos la ropa,
cerraremos la puerta
no sabiendo si esperar volver.
3. Otras prioridades
Cuando era pequeña
quería sobrevivir a una guerra,
a la muerte de un papa,
a una invasión alienígena.
Ver cómo se reconfiguran las vidas,
que lo importante
adquiriese el valor subjetivo
que le caracteriza.
4. Otra intimidad
Tú eres pájaro
y yo nido
en el que
además
te necesito como rama.
Es una línea muy fina
por la que andar alrededor del fuego,
el abismo
o la enfermedad.
Podrías partirte,
dejarme pendida
explorando los filos del qué hacer,
pero resistes
y yo contigo
o para ti.
5. Otra rutina
Rojo
es el cielo que se queda
cuando no hay montañas en la sombra.
Es todo plano
como un día sin preguntas.
Luego entra el aire rojo
a mi cuarto azul
y soy testigo
de otro atardecer más.
Ahora que sola estoy
con kilómetros de tierra a la redonda
soy el epicentro del desierto
desde donde espero que algo pase,
como debieron esperar mis abuelos
a que pasara la vida.
6. Otros vecinos
Aquí tienen los pájaros
las cavidades vacías de petróleo.
Son más ligeros,
pueden volar.
Los gatos azuzan al viento
sin importar y sin zarpa.
¿Es un pueblo
una burbuja de nieve
donde se arrastran más que los pasos?
7. Otras formas de ser
Tanta gente
busca un sitio
al que pertenecer
mientras indaga en la forma
de no ser de ningún lado.
8. Otras formas de gritar
He aprendido a llorar,
a veces lo hago.
Ya no siento ningún miedo
ni busco excusas.
Lloro,
echo de menos,
escribo,
y así mis días son
lo más parecido a lo que tuvieron que ser.
9. Otras aficiones
He recogido plantas,
amapolas
y también margaritas.
Las incluyo
en un herbario
donde cada día
invoco a mi madre
que me enseña a secar flores.
10. Otras formas de vivir
Llueve en verano
y no le busco explicación.
Solo es.
Como el tiempo
que solo existe
porque lo contamos
como la vida.
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